Gestión al Estilo Disney: todos para uno y uno para todos

“Los grandes logros de cualquier persona generalmente dependen de muchas manos, corazones y mentes.” Walt Disney

Continuamos compartiendo algunas ideas extraídas del libro “La gestión al estilo Disney – cómo aplicarla a la empresa” escrito por Bill Capodagli y Lynn Jackson y editado por Ediciones Deusto (2007 – ISBN: 84-234-2472-3)

En este post vamos a compartir nuestro resumen sobre el capítulo “Todos para uno y uno para todos”:

  • para superar las expectativas de los invitados hace falta una plantilla bien entrenada en la que cada integrante desempeñe un papel importante;
  • es muy importante infundir un sentido compartido de la intención y del compromiso en el grupo;
  • cuando los colaboradores saben exactamente lo que se espera de ellos y lo que significa la empresa, refuerzan aún más el espíritu de equipo;
  • una declaración escrita de la misión y las metas del equipo resulta necesaria para comunicar el rumbo que se desea tomar a todos los miembros del equipo;
  • los equipos regidos por una cantidad excesiva de normas y procedimientos muy probablemente gastarán un valioso tiempo en intentar dilucidar cuestiones funcionales dejando a un lado los problemas de los clientes;
  • la agrupación de colaboradores en equipos transversales a menudo genera un torrente de ideas nuevas y, a su vez, ofrece soluciones para los problemas;
  • la dirección de la empresa debe sentar formalmente las bases para crear una estructura fundamentada en equipos y dar el impulso necesario;
  • si están bien estructurados, los equipos pueden mejorar desde los resultados finales hasta la satisfacción de los empleados con el trabajo;
  • la gente no trabaja sólo por el salario, sino también por la satisfacción que producen los logros;
  • es fundamental analizar periódicamente si la jerarquía implantada funciona bien y cumple los objetivos previstos;
  • la empresa debe respetar las ideas de todos los empleados, sea cual sea su posición dentro de la organización;
  • ningún departamento debe imponerse sobre otro;
  • un buen líder debe crear y mantener un clima que aliente la creatividad, pero que a la vez permita alcanzar los objetivos previstos;
  • la diversidad es importante, aunque en último término la clave es la sinergia, el equilibrio y la mejora continua;
  • las discusiones de grupo y los análisis a menudo transforman una idea que puede parecer de lo más excéntrica en una herramienta útil y aplicable;
  • los espacios abiertos por sí mismos no crean un equipo, sino que son únicamente una herramienta para reforzar el concepto de equipo;
  • es necesario contar con un sistema de remuneraciones para reconocer la excelencia en los resultados;
  • si desea que su empresa se oriente verdaderamente hacia los clientes, debe facilitar a sus empleados capacidad de decisión a la hora de atender a dichos clientes.

Preguntas para reflexión:

  • ¿Se utiliza la excusa de “no se ha inventado aquí” para bloquear la creación de los equipos?
  • ¿La disposición física de las oficinas y otras zonas de trabajo impide compartir fácilmente las ideas y formar los equipos?
  • ¿Reciben los equipos el reconocimiento y las compensaciones que merecen?
  • ¿Fomenta la cooperación en lugar de la competencia entre los empleados?
  • ¿Dispone la empresa de las herramientas necesarias para animar a las personas a compartir conocimientos e ideas?
  • ¿Se muestran sus líderes implicados con la cultura del trabajo en equipo?
  • ¿Disponen sus equipos de declaraciones por escrito de misiones u objetivos ajustadas a las del conjunto de la empresa?

Publicado originalmente en el blog «Aprendizaje y Organizaciones«